miércoles, 10 de junio de 2009

niños mal educados

En nuestra peculiar forma de hablar, cuando alguien se refiere a un niño o una niña y les llama malcriados, está expresando una realidad compleja, pues el calificativo no agota lo relativo al ámbito de las buenas costumbres... De hecho malcriado y maleducado son entendidos en nuestro medio como sinónimos, pero el segundo término carece de una cierta carga sentimental que los salvadoreños añadimos al llamar a alguien "malcriado". Si observamos a nuestro alrededor, veremos cómo la malacrianza (o la "malcriadeza" como dice la gente), no es solamente una cuestión de edades, pues podemos encontrar maleducados para todos los gustos: desde niños o niñas caprichosos o desobedientes; hasta gerentes inescrupulosos o automovilistas abusivos; pasando por integrantes de maras juveniles, adolescentes "insoportables" o personas incapaces de salir de sí mismas y poder conformar un hogar estable. El muestrario de los maleducados -o malcriados, que viene a ser lo mismo-, es, pues, prácticamente inagotable.

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